¿Para qué vivimos?
Invertimos en acumular riquezas y no invertimos en la vida misma.
¿Tenemos conciencia de qué un día "nos marcharemos?
Mientras estemos aquí por qué no nos preguntamos: ¿qué sociedad estamos forjando? ¿qué principios, qué valores valores estamos inculcando a nuestros hijos? Todo ello tiene mucho que ver con nuestra coherencia de vida.
Tenemos que ser discretos, sencillos, generosos, asequibles. Ser capaces de transformar nuestro entorno, empezando por nuestras familias.
Tenemos que demostrar que con nuestra vida, que es posible vivir desde el amor y haciendo el bien.
Si queremos ser felices tenemos que cultivar nuestra personalidad, mejorar nuestra vida, sobre todo, no olvidar nuestro interior, ( nos habla claro y alto ), recuperar aquellos valores que nunca debimos olvidar.
Ante una sociedad "perdida" a muchos niveles, podemos contribuir a la realización de muchas personas.
Un abrazo.
El Presidente.