Buenos días amig@s. Feliz martes.

San Rafael Arcángel. Felicidades a cuantos celebran su onomástica.

Ante cualquier hecho que observamos o nos afecta personalmente, inmediatamente tomamos partido, nos formamos una opinión que depende sólo de nosotros mismos.

Seamos prudentes, no nos adelantemos y emitamos juicios precipitados sobre los demás.

Ser generosos con nuestras suposiciones, asume el considera: que fué un accidente, que la otra persona ignoraba las consecuencias, que seguro no volverá a pasar…

Pensar así hará que la vida sea más soportable, que seamos más tolerantes.

Asumir que todo se hace con malicia hace que la convivencia sea más difícil de llevar.

Seamos comprensivos y reflexivos.

OTORGUEMOS EL BENEFICIO DE LA DUDA.

Un abrazo.

Buenos días amig@s. Feliz viernes.

El gran dogma de la publicidad es: con dinero podemos comprar todo. ¡Es falso!

Con dinero podemos comprar una casa, pero no podemos comparar calor humano ni amabilidad sincera. Con dinero podemos comprar el mejor colchón, pero no sueños.

Podemos comprar influencias, pero no amistad. Con dinero se nos abren todas las puertas, salvo la puerta del corazón. Para estar y ser alegres no hace falta poseerlo todo, hay mucho concentrado en las pequeñas cosas, en lo sencillo. ¡Regalémonos alegría por las cosas que ya tenemos!

Un abrazo.

Buenos días amig@s. Feliz miércoles.

Creo que todos tenemos una filosofía de vida, seamos conscientes o no de ello.

Depende del modelo de vida que nos hemos dado y las normas o reglas establecidas a emplear en cada caso. 

Durante el día respondemos y reaccionamos a muchas cosas, en momentos y circunstancias diversas. Poco nos preguntamos: ¿lo que estoy a punto de decir o hacer es coherente con mis principios?

Nuestro estado interior, la paz o la inquietud con que nos quedamos, es el termómetro de nuestro acierto o desacierto.

Hoy, una duda con la que no debemos vivir, y es, contestarnos a la pregunta: ¿soy la persona que me gustaría ser?

Un abrazo

Buenos días amig@s. Feliz martes.

A veces nos amargamos la vida y se la amargamos a los demás a causa de pequeños accidentes cotidianos: una mancha en el vestido, una rozadura en el coche, un elogio esperado que no se produjo, una crítica un poco dura de un ser querido.

¡Démosle sólo la importancia que merece!

A veces tenemos motivos para estar tristes, porque alguien a quien queremos mucho sufre.

Incluso cuando nosotros estamos en “horas bajas”, seamos capaces de no reflejarlo y así evitaremos que sufran quien nos quiere.

Cuando estemos en esta situación, imitemos al payaso, que en su corazón llora, pero toca el violín con una sonrisa para así enjugar las lágrimas y dificultades de cuantos le ven.

Un abrazo