Ponernos por un día en su piel
Buenos días amig@s. Feliz martes. San Francisco de Borja. Felicidades a los Pacos que celebran hoy sus onomásticas.
Pienso que enjuiciamos con mucha “ligereza” y sin “entrenamiento” sobre los que viven en la necesidad constantemente. ¡Qué experiencia y conocimiento tendríamos para emitir un juicio, si un día al mes experimentamos los efectos de la pobreza!
Si un día al mes no nos echaramos ni un euro al bolsillo y no pudiéramos comprar aquello que necesitamos o se nos antoja. Si nos acercáramos a un comedor social por la comida y viviéramos ese “ambiente”, o en casa prescindiéramos del plato preferido, nos quedáramos con apetito. Si viviéramos ese día en un “aislamiento total”, en un banco del parque o vía pública, ducharnos con agua fría. Simulemos que nos han robado los documentos(¡Un día sin dinero ni documentos!). Vayamos andando a todas partes, dejemos el coche ese día.
¿Por qué no vivimos un día esa circunstancia a la que tanto tememos, o, criticamos.?
Vivamos estas cosas, que no se queden solo en pensarlas.
Hasta ahora todo nos va bien, o lo podemos llevar con “cierta como deidad”, pero actuar así un día, nos permitirá enjuiciar con conocimiento de causas y nos serviría de entrenamiento, pues, ¿quién sabe lo que nos deparará el futuro?
Un abrazo